jueves, 22 de febrero de 2018

La cría natural del Diamante de Gould




En base a mi experiencia, si me preguntan qué tal cría el Diamante de Gould, mi respuesta siempre será: "bien y mal". Depende de tantos factores el éxito de la reproducción de estos pájaros en cautividad que no podemos responder a esa pregunta de forma general, por lo que intentaré desarrollar esta escueta respuesta en el presente artículo.

Nos centraremos principalmente en la cría natural del Diamante de Gould, por lo que dejaremos al margen tanto la cría con nodrizas como la comparación de esta con la cría natural, que ya trataremos más adelante en profundidad.

Espero que este artículo pueda ayudar a aquellas personas que se inician en la cría del Diamante de Gould o a las que hasta ahora no han obtenido éxito con la cría natural y ayudar a fomentar este sistema de cría.



CONSIDERACIONES GENERALES

Hay parejas que ni siquiera llegan a incubar los huevos, otras que sí lo hacen a la perfección pero que, una vez que nacen los pollos, no los embuchan o los tiran del nido en el peor de los casos y, sin embargo, hay otras que realizan correctamente todo el proceso y pueden llegar a ser muy prolíficas.

El Diamante de Gould se puede criar de forma natural o con nodrizas, pero tenemos que tener una cosa clara, y es que esta especie lleva más de 100 años reproduciéndose en cautividad, predominando, por lo menos en las últimas décadas, la cría con nodrizas. Esto ha llevado a que pierdan su instinto natural y la capacidad para reproducirse.
Podemos preguntarnos en qué momento y por qué motivos se optó por utilizar nodrizas para reproducir un ave que originariamente es buen reproductor, pero ya es tarde. Lo que está claro es que cada año que pase será un paso más hacia la depuración de "el Gould incapaz de reproducirse" y cada vez el esfuerzo que tendremos que hacer por conseguir criar de forma natural será mayor.

Puede que no sea tan fácil criar de forma natural, pero tiene mérito y para muchas personas puede ser un bonito reto al que hacer frente. Podemos conseguirlo con esfuerzo, dedicación y, sobre todo, paciencia, porque probablemente necesitaremos varias generaciones para conseguir una línea de cría natural con unos resultados aceptables en cuanto a la capacidad reproductora, preservando y/o potenciando el instinto reproductivo de esta especie.



EL PROCESO DE LA CRÍA NATURAL

El acoplamiento de la pareja será más o menos rápido, incluso a veces puede que existan pequeñas luchas que pueden preocupar al criador novel cuando es algo normal en el proceso de acople.

Debemos colocarles el nido de madera preferiblemente, en el que haremos el cuenco con pelo de coco y dejaremos un poco más a disposición del macho, que será quien remate la construcción.

La postura del Diamante de Gould constará normalmente de unos 6-8 huevos, que deberán incubar durante unos 14 días aproximadamente (dependiendo de factores como la temperatura y la humedad).

La incubación no siempre comienza el día que acaban de poner el último huevo, debemos tener paciencia, algunos pueden tardar dos o tres días en empezar a incubar. La hembra permanecerá toda la noche cubriendo los huevos y por la mañana el macho le relevará de su función para que ella pueda salir a alimentarse. En ocasiones pueden incubar los dos a la vez, lo cual es una buena señal de que la pareja está en sintonía. Podemos mirar si los huevos están pisados a los 7 días, pero recomiendo no hacerlo en el caso de cría natural.

El nacimiento de los pichones es un punto clave. Es posible que el primer día no los alimenten pero a partir del segundo deberían hacerlo para que sigan con vida. Si pasados dos días, no han tirado a las crías del nido, siguen dándoles calor y observamos algo de comida en el buche, tenemos una alta probabilidad de éxito. Le pondremos espigas de panizo en rama.



Si la cosa va bien, en 7-9 días los pollos estarán suficientemente grandes para anillarlos, lo cual realizaremos con cuidado, intentando molestar lo menos posible.



Los pichones saldrán del nido en torno a los 25 días de vida. Lógicamente, al principio le molestará la luz y realizarán movimientos torpes, apenas serán capaces de posarse sobre los palos. Tendremos cuidado con las bañeras o cualquier objeto en el que puedan quedar atrapados. Con el paso de los días se acostumbrarán al entorno de la jaula.




Una vez que ellos salen del nido, es aconsejable retirárselo unos 5-7 días (aprovecharemos este tiempo para limpiar y desinfectar el nido) porque de lo contrario seguirán entrando a dormir en él, aunque la hembra ya esté incubando otra nidada. De esta forma se acostumbrarán a dormir en los palos. Es importante que no les falte espigas de panizo para que aprendan a comer solos.




A partir de los 45 días ya comerán solos y estarán preparado para el destete. El pasar a un jaulón con otras crías y separarse de sus padres producirá estrés a los pichones tan jóvenes por lo que siempre es recomendable dejarlos un poco más de tiempo con los padres.





FACTORES QUE INFLUYEN

Hay multitud de factores influyen o favorecen la cría natural. Si tenemos en cuenta todos estos factores, la probabilidad de éxito aumentará:


A. Tranquilidad.

Son aves que se estresan con facilidad y necesitan un ambiente muy tranquilo, además de unas condiciones estables de temperatura y luz. Por lo que se recomienda tenerlos en un sitio poco transitado, en el que no haya mucho ruido ni cambios de luz.


B. Espacio.

El espacio mínimo para que se reproduzca una pareja de diamantes de Gould es una jaula de 60 cm. o la mitad de una jaula de 100 cm. En cualquier caso, colocaremos únicamente dos posaderos separados la máxima distancia posible permitiéndoles realizar pequeños vuelos. Aunque, si tenemos la posibilidad, el espacio recomendable para la cría natural sería una jaula de 100 cm. por cada pareja.

Hay que tener en cuenta que, si nos decantamos por la cría natural, por cada pareja nos estamos ahorrando el espacio que ocuparían tres parejas de nodrizas, por lo que, en lugar de usar cuatro jaulas de cría, podemos ser generosos con las dimensiones de la única jaula de nuestra pareja de Gould.


C. Tipo de nido y manipulación de éste.

En nidos con recamara o doble cámara el Gould criará de forma natural con mayor probabilidad. En ellos tienen más intimidad y se sentirán más protegidos de forma que se podrán centrar únicamente en la reproducción. Si optamos por la cría natural, no es conveniente mirar todos los días el nido ya que les molestaremos y, a la larga, se mostrarán más desconfiados.

Procuraremos mirar los nidos cuando los reproductores estén fuera pero si necesitamos mirar el nido mientras esté alguno dentro, podemos entretenerlos colocándole una espiga de panizo en la jaula para distraerlos y que se les olvide que le hemos echado. Esto será muy útil cuando tengamos que anillar los pichones, de forma que podremos distraer a los padres unos minutos. Resumiendo, cuanto menos los molestemos, mejor.


D. Elección natural de la pareja.

La elección natural de la pareja también es importante, puesto que una pareja que se lleve bien tendrá más probabilidad de éxito, de que colaboren en la incubación, de que los huevos estén pisados, etc.

Es cierto que muchas veces para conseguir cruces que nos interesen por algún motivo, seremos nosotros quienes elegiremos la pareja, lo que podrá reducir un poco la probabilidad de éxito, o quizás el acoplamiento de la pareja será más lento, pudiendo haber parejas incompatibles, aunque esto rara vez ocurre.




CÓMO PODEMOS POTENCIAR LA CRÍA NATURAL


A. Darles la oportunidad de que críen / dejar que incuben

En primer lugar, debemos darles alguna oportunidad para que críen de forma natural. Puede que en algunos casos fracasen y en ese punto deberemos decidir si recurrir a las isabelitas o seguir intentándolo en las siguientes puestas, aquí entra en juego una cosa muy importante: la paciencia. Es posible que poco a poco nuestra pareja mejore en su labor reproductiva. Personalmente se me ha dado el caso de una pareja que en la primera puesta ni siquiera incubó los huevos y en la siguiente puesta incubó durante todo el periodo e incluso sacó adelante los pollos.

No es conveniente quitarles los huevos una vez acabada la puesta, incluso en el caso de pasárselos a las nodrizas, deberíamos colocarles huevos de plástico para comprobar si incuban o no, desde qué día incuban y durante cuantos días (información que deberíamos apuntar y que puede ser útil para futuros intentos de cría natural).

Dejándoles sus huevos (o huevos de plástico), además de educar a las parejas en la incubación, conseguimos retrasar los ciclos de puesta ya que de lo contrario volverán a poner en unos 7-10 días, evitando el consiguiente debilitamiento de las hembras.


B. Línea de cría natural (Selección en base a la capacidad reproductiva)

No está demostrado que los diamantes criados por sus propios padres sean buenos reproductores, pero en base a mi experiencia, considero que hay una alta probabilidad de que esto ocurra.

Está claro que igual que hay alguna pareja procedente de nodrizas que puede criar de forma natural, también puede haber algunas parejas procedentes de cría natural que no consigamos que no lo hagan pero la tendencia suele ser bastante positiva en este último caso.

Seleccionando Diamantes de Gould según su capacidad reproductiva, en varias generaciones, lograremos una línea exitosa en la cría natural.

Si partimos de varias parejas en las que el primer año sólo crían un 20% y al año siguiente seleccionamos como reproductores ese 20% que ha criado bien junto con otras parejas que formemos de los descendientes de esas, seguramente el porcentaje irá aumentando y en unos 5 años tendremos una línea de cría natural con un porcentaje de éxito en torno a un 70-80%.

A la hora de meter sangre nueva (procedente de cría con nodrizas) es preferible introducir machos y juntarlos con nuestras hembras procedentes de cría natural ya que la hembra tiene el papel principal en la cría natural.

Según mi experiencia:

-Un 70-80% de los reproductores procedente de cría natural han tenido éxito como reproductores.

-Pero solo un 5-10% reproductores procedentes de cría con nodrizas han criado de forma natural.


C. Juntar un novel con un veterano

Puede ayudar bastante en la cría natural juntar parejas reproductoras en las que uno de ellos sea veterano (haya criado anteriormente con éxito de forma natural) y el otro sea un novel, en lugar de juntar dos noveles.


D. Permitir a la hembra elegir al macho

Como comentamos anteriormente, es un factor que influye y podemos usarlo para fomentar la cría natural en nuestro aviario. Si posees varios ejemplares de diamante de Gould, es aconsejable que las parejas se establezcan por sí solas. Por lo general, es la hembra la que elige.

Si la pareja se junta de forma natural, es más probable que entre ellos exista una mayor sintonía que hará que durante la puesta y el cuidado de los huevos la pareja sea más colaborativa, al igual que a la hora de alimentar a los pichones.


E. Cría en colonia

Este sistema de cría se basa en colocar varias parejas de diamantes de gould en amplias voladeras. De forma que ellos mismos por el instinto "casi perdido" se reproduzcan ante la competencia y rivalidad y saquen a sus pollos adelantes. Aquí entre en juego la formación de la pareja de forma libre (como vimos en el punto anterior), que favorecerá la disposición de los diamantes de gould hacia la cría natural.

Seguramente obtengamos más éxito en la cría natural si tenemos 6 parejas en una voladera que si las tenemos en jaulas individuales y somos nosotros los que elegimos las parejas.

Este sistema tiene una contrapartida y es el hecho de que no podremos controlar las parejas que se forman y difícilmente controlaremos la descendencia de cada una.


F. Usar Diamantes de Gould como nodriza de otros diamantes de Gould

Cuando tenemos Diamantes de Gould que crían bien pero están muy lejos del estándar y, con la intención de concursar, nos hacemos de algunas parejas de diamantes de Gould de calidad (que probablemente no criarán), una cosa que podemos hacer es usar las parejas que sí crían bien de forma natural como nodrizas de las otras fomentando la cría natural.

Se trata de pasar los huevos de una a otra, para que, la que sabemos que cría bien saque los pollos adelante. Pero tenemos que tener cuidado, porque, aunque una pareja de Diamantes de Gould críe bien, no todo vale como con las isabelitas (que aceptan todo, incluso aguantan hasta el doble de días incubando).

En mi caso, utilicé la mejor pareja reproductora que tenía de cría natural (que tanto el primer año como la primera puesta del segundo obtuvo unos excelentes resultados), como nodriza de las crías de una pareja que compré ese año de mayor calidad, que me llegó a incubar los huevos, pero al nacer los pollos los tiraron del nido.

La pareja de cría natural llevaba 3 días incubando sus huevos y le metí los cuatro pollos que recogí de la bandeja de la jaula de la otra pareja, los cuales aceptaron inmediatamente y los sacaron adelante como hasta ahora habían hecho con sus propios pollos. El problema vino en la tercera puesta, ya que dejaron de incubar al 5 día. Y luego entendí por qué, y es que, sin darme cuenta, yo les había cambiado el ritmo de la cría. Por tanto, recomiendo que, si optamos por esta opción, procuremos que los huevos estén en la misma situación que los que quitamos para no acortar o alargar el periodo de incubación.



OTRAS CONSIDERACIONES


El Gould para concursos ornitológicos.

En concursos ornitológicos, una amplia mayoría de los ejemplares presentados y/o premiados provienen de cría con nodrizas. Podemos seleccionar talla, forma, color o posición de acuerdo con el estándar o podemos seleccionar capacidad reproductiva.

Cuanto más se aproxima un Gould al estándar (principalmente en cuanto a talla y forma), peor es para la reproducción, porque cuanto más cerca está un Gould del estándar de competición, más se aleja del diamante de Gould que se encuentra (y se reproduce) en la naturaleza. Esto no es nada nuevo, ya lo hemos experimentado con otras especies como los canarios, y sabemos que, lógicamente, no crían igual un timbrado (cercano al silvestre) que un canario de postura Yorkshire, Norwich, Crest o un Phaeo.

Hay quien asegura que los diamantes de Gould criados por los padres son más bonitos o mejores que los criados por nodrizas. Esto no es verdad por mucho que queramos defender nuestro sistema de cría y, personalmente lo he comprobado en alguna ocasión comparando las crías de forma natural de una pareja con las crías de esa misma pareja sacadas adelante con nodrizas.


¿Por qué la mayoría de criadores usa nodriza?

Básicamente por el miedo a perder algún huevo y, por consiguiente, algún pollo. En la mayoría de los casos ni siquiera le damos la oportunidad a la pareja de Gould para que críen por si solos.

Y no estamos hablando únicamente de usar nodrizas para obtener más productividad (en términos económicos), que es el argumento usado por los partidarios de la cría natural para criticar a los criadores que usan nodrizas, sino, lo más importante, para tener la posibilidad de asegurarnos de sacar crías de todas las parejas y una mayor cantidad de ejemplares sobre la que hacer una mejor selección de cara a concursos. Lógicamente es más fácil obtener un campeón de 100 pájaros que de 20.

También es cierto que durante mucho tiempo los criadores hemos sido injustos con los Diamantes de Gould y no los valoramos desde el punto de vista reproductivo de la misma forma que a otras especies. Por ejemplo, si en un aviario tenemos 3 parejas de Gould y 10 parejas de isabelitas y una pareja de Gould no cría, pensamos que es un desastre mientras que si tenemos una pareja de isabelitas que no cría, no le damos importancia porque tenemos otras nueve y se nota menos. En realidad, como en todas las especies, podemos encontrar parejas que crían bien y parejas que no crían bien.


El Gould para el aficionado.

Hay muchísima gente que no se marca como objetivo la competición en concursos ontológicos, simplemente quiere hacerse de una o dos parejas de Diamantes de Gould para tenerlos en una zona tranquila de su casa (normalmente se trata de espacios reducidos) por el mero disfrute de contemplarlos o incluso intentar que críen para disfrutar observando ese proceso natural y compartirlo con sus hijos pequeños (todo un clásico y el germen por el que muchos nos hemos interesado por la ornitología deportiva años después).

Lógicamente si le das a escoger entre pájaros bonitos que saben criar y pájaros muy muy bonitos que únicamente van a poner huevos, incubarlos (en el mejor de los casos) sin llegar a sacar adelante sus pichones, preferirá lo primero.

Los criadores que tengan líneas de cría natural podrán satisfacer mejor la demanda de estas personas y fomentar el diamante de Gould.