En base a mi experiencia, si me
preguntan qué tal cría el Diamante de Gould, mi respuesta siempre será:
"bien y mal". Depende de tantos factores el éxito de la reproducción
de estos pájaros en cautividad que no podemos responder a esa pregunta de forma
general, por lo que intentaré desarrollar esta escueta respuesta en el presente
artículo.
Nos centraremos principalmente en
la cría natural del Diamante de Gould, por lo que dejaremos al margen tanto la
cría con nodrizas como la comparación de esta con la cría natural, que ya
trataremos más adelante en profundidad.
Espero que este artículo pueda
ayudar a aquellas personas que se inician en la cría del Diamante de Gould o a
las que hasta ahora no han obtenido éxito con la cría natural y ayudar a
fomentar este sistema de cría.
CONSIDERACIONES GENERALES
Hay parejas que ni siquiera
llegan a incubar los huevos, otras que sí lo hacen a la perfección pero que,
una vez que nacen los pollos, no los embuchan o los tiran del nido en el peor
de los casos y, sin embargo, hay otras que realizan correctamente todo el proceso
y pueden llegar a ser muy prolíficas.
El Diamante de Gould se puede
criar de forma natural o con nodrizas, pero tenemos que tener una cosa clara, y
es que esta especie lleva más de 100 años reproduciéndose en cautividad,
predominando, por lo menos en las últimas décadas, la cría con nodrizas. Esto
ha llevado a que pierdan su instinto natural y la capacidad para reproducirse.
Podemos preguntarnos en qué
momento y por qué motivos se optó por utilizar nodrizas para reproducir un ave
que originariamente es buen reproductor, pero ya es tarde. Lo que está claro es
que cada año que pase será un paso más hacia la depuración de "el Gould
incapaz de reproducirse" y cada vez el esfuerzo que tendremos que hacer
por conseguir criar de forma natural será mayor.
Puede que no sea tan fácil criar
de forma natural, pero tiene mérito y para muchas personas puede ser un bonito
reto al que hacer frente. Podemos conseguirlo con esfuerzo, dedicación y, sobre
todo, paciencia, porque probablemente necesitaremos varias generaciones para
conseguir una línea de cría natural con unos resultados aceptables en cuanto a
la capacidad reproductora, preservando y/o potenciando el instinto reproductivo
de esta especie.
EL PROCESO DE LA CRÍA NATURAL
El acoplamiento de la pareja será
más o menos rápido, incluso a veces puede que existan pequeñas luchas que
pueden preocupar al criador novel cuando es algo normal en el proceso de
acople.
Debemos colocarles el nido de
madera preferiblemente, en el que haremos el cuenco con pelo de coco y
dejaremos un poco más a disposición del macho, que será quien remate la
construcción.
La postura del Diamante de Gould
constará normalmente de unos 6-8 huevos, que deberán incubar durante unos 14
días aproximadamente (dependiendo de factores como la temperatura y la humedad).
La incubación no siempre comienza
el día que acaban de poner el último huevo, debemos tener paciencia, algunos
pueden tardar dos o tres días en empezar a incubar. La hembra permanecerá toda
la noche cubriendo los huevos y por la mañana el macho le relevará de su
función para que ella pueda salir a alimentarse. En ocasiones pueden incubar
los dos a la vez, lo cual es una buena señal de que la pareja está en sintonía.
Podemos mirar si los huevos están pisados a los 7 días, pero recomiendo no
hacerlo en el caso de cría natural.
El nacimiento de los pichones es
un punto clave. Es posible que el primer día no los alimenten pero a partir del
segundo deberían hacerlo para que sigan con vida. Si pasados dos días, no han
tirado a las crías del nido, siguen dándoles calor y observamos algo de comida
en el buche, tenemos una alta probabilidad de éxito. Le pondremos espigas de
panizo en rama.
Si la cosa va bien, en 7-9 días
los pollos estarán suficientemente grandes para anillarlos, lo cual
realizaremos con cuidado, intentando molestar lo menos posible.
Los pichones saldrán del nido en
torno a los 25 días de vida. Lógicamente, al principio le molestará la luz y
realizarán movimientos torpes, apenas serán capaces de posarse sobre los palos.
Tendremos cuidado con las bañeras o cualquier objeto en el que puedan quedar
atrapados. Con el paso de los días se acostumbrarán al entorno de la jaula.
Una vez que ellos salen del nido,
es aconsejable retirárselo unos 5-7 días (aprovecharemos este tiempo para
limpiar y desinfectar el nido) porque de lo contrario seguirán entrando a
dormir en él, aunque la hembra ya esté incubando otra nidada. De esta forma se
acostumbrarán a dormir en los palos. Es importante que no les falte espigas de
panizo para que aprendan a comer solos.
A partir de los 45 días ya
comerán solos y estarán preparado para el destete. El pasar a un jaulón con
otras crías y separarse de sus padres producirá estrés a los pichones tan
jóvenes por lo que siempre es recomendable dejarlos un poco más de tiempo con
los padres.
FACTORES QUE INFLUYEN
Hay multitud de factores influyen
o favorecen la cría natural. Si tenemos en cuenta todos estos factores, la
probabilidad de éxito aumentará:
A. Tranquilidad.
Son aves que se estresan con
facilidad y necesitan un ambiente muy tranquilo, además de unas condiciones
estables de temperatura y luz. Por lo que se recomienda tenerlos en un sitio
poco transitado, en el que no haya mucho ruido ni cambios de luz.
B. Espacio.
El espacio mínimo para que se
reproduzca una pareja de diamantes de Gould es una jaula de 60 cm. o la mitad
de una jaula de 100 cm. En cualquier caso, colocaremos únicamente dos posaderos
separados la máxima distancia posible permitiéndoles realizar pequeños vuelos.
Aunque, si tenemos la posibilidad, el espacio recomendable para la cría natural
sería una jaula de 100 cm. por cada pareja.
Hay que tener en cuenta que, si
nos decantamos por la cría natural, por cada pareja nos estamos ahorrando el
espacio que ocuparían tres parejas de nodrizas, por lo que, en lugar de usar
cuatro jaulas de cría, podemos ser generosos con las dimensiones de la única
jaula de nuestra pareja de Gould.
C. Tipo de nido y manipulación de
éste.
En nidos con recamara o doble
cámara el Gould criará de forma natural con mayor probabilidad. En ellos tienen
más intimidad y se sentirán más protegidos de forma que se podrán centrar
únicamente en la reproducción. Si optamos por la cría natural, no es
conveniente mirar todos los días el nido ya que les molestaremos y, a la larga,
se mostrarán más desconfiados.
Procuraremos mirar los nidos
cuando los reproductores estén fuera pero si necesitamos mirar el nido mientras
esté alguno dentro, podemos entretenerlos colocándole una espiga de panizo en
la jaula para distraerlos y que se les olvide que le hemos echado. Esto será
muy útil cuando tengamos que anillar los pichones, de forma que podremos
distraer a los padres unos minutos. Resumiendo, cuanto menos los molestemos,
mejor.
D. Elección natural de la pareja.
La elección natural de la pareja
también es importante, puesto que una pareja que se lleve bien tendrá más
probabilidad de éxito, de que colaboren en la incubación, de que los huevos
estén pisados, etc.
Es cierto que muchas veces para
conseguir cruces que nos interesen por algún motivo, seremos nosotros quienes
elegiremos la pareja, lo que podrá reducir un poco la probabilidad de éxito, o
quizás el acoplamiento de la pareja será más lento, pudiendo haber parejas
incompatibles, aunque esto rara vez ocurre.
CÓMO PODEMOS POTENCIAR LA CRÍA
NATURAL
A. Darles la oportunidad de que críen
/ dejar que incuben
En primer lugar, debemos darles
alguna oportunidad para que críen de forma natural. Puede que en algunos casos
fracasen y en ese punto deberemos decidir si recurrir a las isabelitas o seguir
intentándolo en las siguientes puestas, aquí entra en juego una cosa muy
importante: la paciencia. Es posible que poco a poco nuestra pareja mejore en
su labor reproductiva. Personalmente se me ha dado el caso de una pareja que en
la primera puesta ni siquiera incubó los huevos y en la siguiente puesta incubó
durante todo el periodo e incluso sacó adelante los pollos.
No es conveniente quitarles los
huevos una vez acabada la puesta, incluso en el caso de pasárselos a las
nodrizas, deberíamos colocarles huevos de plástico para comprobar si incuban o
no, desde qué día incuban y durante cuantos días (información que deberíamos
apuntar y que puede ser útil para futuros intentos de cría natural).
Dejándoles sus huevos (o huevos de
plástico), además de educar a las parejas en la incubación, conseguimos
retrasar los ciclos de puesta ya que de lo contrario volverán a poner en unos
7-10 días, evitando el consiguiente debilitamiento de las hembras.
B. Línea de cría natural
(Selección en base a la capacidad reproductiva)
No está demostrado que los
diamantes criados por sus propios padres sean buenos reproductores, pero en
base a mi experiencia, considero que hay una alta probabilidad de que esto
ocurra.
Está claro que igual que hay
alguna pareja procedente de nodrizas que puede criar de forma natural, también
puede haber algunas parejas procedentes de cría natural que no consigamos que
no lo hagan pero la tendencia suele ser bastante positiva en este último caso.
Seleccionando Diamantes de Gould
según su capacidad reproductiva, en varias generaciones, lograremos una línea
exitosa en la cría natural.
Si partimos de varias parejas en
las que el primer año sólo crían un 20% y al año siguiente seleccionamos como
reproductores ese 20% que ha criado bien junto con otras parejas que formemos
de los descendientes de esas, seguramente el porcentaje irá aumentando y en
unos 5 años tendremos una línea de cría natural con un porcentaje de éxito en
torno a un 70-80%.
A la hora de meter sangre nueva
(procedente de cría con nodrizas) es preferible introducir machos y juntarlos
con nuestras hembras procedentes de cría natural ya que la hembra tiene el
papel principal en la cría natural.
Según mi experiencia:
-Un 70-80% de los reproductores
procedente de cría natural han tenido éxito como reproductores.
-Pero solo un 5-10% reproductores
procedentes de cría con nodrizas han criado de forma natural.
C. Juntar un novel con un
veterano
Puede ayudar bastante en la cría
natural juntar parejas reproductoras en las que uno de ellos sea veterano (haya
criado anteriormente con éxito de forma natural) y el otro sea un novel, en
lugar de juntar dos noveles.
D. Permitir a la hembra elegir al
macho
Como comentamos anteriormente, es
un factor que influye y podemos usarlo para fomentar la cría natural en nuestro
aviario. Si posees varios ejemplares de diamante de Gould, es aconsejable que
las parejas se establezcan por sí solas. Por lo general, es la hembra la que
elige.
Si la pareja se junta de forma
natural, es más probable que entre ellos exista una mayor sintonía que hará que
durante la puesta y el cuidado de los huevos la pareja sea más colaborativa, al
igual que a la hora de alimentar a los pichones.
E. Cría en colonia
Este sistema de cría se basa en
colocar varias parejas de diamantes de gould en amplias voladeras. De forma que
ellos mismos por el instinto "casi perdido" se reproduzcan ante la
competencia y rivalidad y saquen a sus pollos adelantes. Aquí entre en juego la
formación de la pareja de forma libre (como vimos en el punto anterior), que
favorecerá la disposición de los diamantes de gould hacia la cría natural.
Seguramente obtengamos más éxito
en la cría natural si tenemos 6 parejas en una voladera que si las tenemos en
jaulas individuales y somos nosotros los que elegimos las parejas.
Este sistema tiene una
contrapartida y es el hecho de que no podremos controlar las parejas que se
forman y difícilmente controlaremos la descendencia de cada una.
F. Usar Diamantes de Gould como
nodriza de otros diamantes de Gould
Cuando tenemos Diamantes de Gould
que crían bien pero están muy lejos del estándar y, con la intención de
concursar, nos hacemos de algunas parejas de diamantes de Gould de calidad (que
probablemente no criarán), una cosa que podemos hacer es usar las parejas que
sí crían bien de forma natural como nodrizas de las otras fomentando la cría
natural.
Se trata de pasar los huevos de
una a otra, para que, la que sabemos que cría bien saque los pollos adelante.
Pero tenemos que tener cuidado, porque, aunque una pareja de Diamantes de Gould
críe bien, no todo vale como con las isabelitas (que aceptan todo, incluso
aguantan hasta el doble de días incubando).
En mi caso, utilicé la mejor
pareja reproductora que tenía de cría natural (que tanto el primer año como la
primera puesta del segundo obtuvo unos excelentes resultados), como nodriza de las
crías de una pareja que compré ese año de mayor calidad, que me llegó a incubar
los huevos, pero al nacer los pollos los tiraron del nido.
La pareja de cría natural llevaba
3 días incubando sus huevos y le metí los cuatro pollos que recogí de la
bandeja de la jaula de la otra pareja, los cuales aceptaron inmediatamente y
los sacaron adelante como hasta ahora habían hecho con sus propios pollos. El
problema vino en la tercera puesta, ya que dejaron de incubar al 5 día. Y luego
entendí por qué, y es que, sin darme cuenta, yo les había cambiado el ritmo de
la cría. Por tanto, recomiendo que, si optamos por esta opción, procuremos que
los huevos estén en la misma situación que los que quitamos para no acortar o
alargar el periodo de incubación.
OTRAS CONSIDERACIONES
El Gould para concursos
ornitológicos.
En concursos ornitológicos, una
amplia mayoría de los ejemplares presentados y/o premiados provienen de cría
con nodrizas. Podemos seleccionar talla, forma, color o posición de acuerdo con
el estándar o podemos seleccionar capacidad reproductiva.
Cuanto más se aproxima un Gould
al estándar (principalmente en cuanto a talla y forma), peor es para la
reproducción, porque cuanto más cerca está un Gould del estándar de
competición, más se aleja del diamante de Gould que se encuentra (y se
reproduce) en la naturaleza. Esto no es nada nuevo, ya lo hemos experimentado
con otras especies como los canarios, y sabemos que, lógicamente, no crían
igual un timbrado (cercano al silvestre) que un canario de postura Yorkshire,
Norwich, Crest o un Phaeo.
Hay quien asegura que los
diamantes de Gould criados por los padres son más bonitos o mejores que los
criados por nodrizas. Esto no es verdad por mucho que queramos defender nuestro
sistema de cría y, personalmente lo he comprobado en alguna ocasión comparando
las crías de forma natural de una pareja con las crías de esa misma pareja
sacadas adelante con nodrizas.
¿Por qué la mayoría de criadores
usa nodriza?
Básicamente por el miedo a perder
algún huevo y, por consiguiente, algún pollo. En la mayoría de los casos ni
siquiera le damos la oportunidad a la pareja de Gould para que críen por si
solos.
Y no estamos hablando únicamente
de usar nodrizas para obtener más productividad (en términos económicos), que
es el argumento usado por los partidarios de la cría natural para criticar a
los criadores que usan nodrizas, sino, lo más importante, para tener la
posibilidad de asegurarnos de sacar crías de todas las parejas y una mayor
cantidad de ejemplares sobre la que hacer una mejor selección de cara a
concursos. Lógicamente es más fácil obtener un campeón de 100 pájaros que de
20.
También es cierto que durante
mucho tiempo los criadores hemos sido injustos con los Diamantes de Gould y no
los valoramos desde el punto de vista reproductivo de la misma forma que a
otras especies. Por ejemplo, si en un aviario tenemos 3 parejas de Gould y 10
parejas de isabelitas y una pareja de Gould no cría, pensamos que es un
desastre mientras que si tenemos una pareja de isabelitas que no cría, no le
damos importancia porque tenemos otras nueve y se nota menos. En realidad, como
en todas las especies, podemos encontrar parejas que crían bien y parejas que
no crían bien.
El Gould para el aficionado.
Hay muchísima gente que no se
marca como objetivo la competición en concursos ontológicos, simplemente quiere
hacerse de una o dos parejas de Diamantes de Gould para tenerlos en una zona
tranquila de su casa (normalmente se trata de espacios reducidos) por el mero
disfrute de contemplarlos o incluso intentar que críen para disfrutar
observando ese proceso natural y compartirlo con sus hijos pequeños (todo un
clásico y el germen por el que muchos nos hemos interesado por la ornitología
deportiva años después).
Lógicamente si le das a escoger
entre pájaros bonitos que saben criar y pájaros muy muy bonitos que únicamente
van a poner huevos, incubarlos (en el mejor de los casos) sin llegar a sacar
adelante sus pichones, preferirá lo primero.
Los criadores que tengan líneas
de cría natural podrán satisfacer mejor la demanda de estas personas y fomentar
el diamante de Gould.